Si recién vas a adquirir plantas, comienza eligiendo las de un fácil cuidado. “Costillas de Adán”, “Lenguas de tigre”, Espatifilos o Scheffleras pueden ser excelentes opciones. También puedes preguntar en el lugar dónde las comprarás cuáles te recomiendan dependiendo si son para interior o exterior, dónde también te preguntarán la orientación de tu casa que influye mucho en la luz que tendrán. Si tienes mascotas es importante que adquieras las que no sean dañinas para ellos.
Para iniciarse en la jardinería no son necesarias herramientas complicadas. Basta con tener guantes, regadera, pulverizadores, maceteros, pala estrecha y pequeña, y unas tijeras de poda. Puedes sumar a este kit un delantal o mandil para no ensuciar tu ropa.
Para la vida y supervivencia de una planta, es fundamental que tenga acceso a luz natural. Cada planta tiene su especificación de cuánta cantidad necesita, pero como cuidado básico es importante que no la expongas al sol directo a través de una ventana, ya que el cristal podría hacer un efecto de lupa, quemando sus hojas.
Es importante que tus plantas se mantengan hidratadas, pero sin exagerar. El agua es vida, pero en exceso pueden causar la muerte de la planta. También es importante la calidad del agua. Trata de regarlas con agua filtrada o pasar esta agua por un filtro que ayudará a eliminar su dureza. Como truco para acordarse, puedes agruparlas por nivel de riego entre las que necesitan poca y las que necesitan mucha agua.
Durante la vida de tus plantas, pueden contraer enfermedades en forma de molestos bichitos. Para mantener a raya estás molestas plagas, puedes bajar apps de jardinería que te ayudan a diagnosticar la salud de tu planta y aplicar los productos más adecuados para su cuidado. Si esos productos son químicos y tus plantas son de interior, procura mantener el espacio ventilado.
Si quieres que crezcan sanas, fuertes y bonitas es importante que las “alimentes” con algo más que agua y buena luz. Abona periódicamente y de preferencia con abono líquido ya que este se distribuye mejor por sus raíces.
Un tiempo recomendable para trasplantar es cada 2 años. Tu planta ya necesitará más espacio y el sustrato inicial se habrá agotado. Procura que el macetero dónde harás el trasplante duplique el tamaño del macetero inicial.
Esperamos que esta guía te sirva para el cuidado de tus plantas. Si luego de leer la nota te convertiste en un(a) amante de ellas, o ya lo eras previamente y estás buscando un nuevo espacio que las acoja como se merecen, no dudes en contactarnos. Te mostraremos las mejores opciones de hogar para ti y para ellas.